No hay en la vida del ser humano placer más grande que el otorgado por su naturaleza sexual. El clímax de los sentidos solo se logra en la entrega amorosa de una relación sexual con el ser amado; y esta maravilla nos seduce y nos hace perder la cabeza de alegría… Pero entonces, ¿Por qué tanto lío con los libros de Biología para 1º de secundaria de la SEP?
Las causas son demasiadas y muy graves; motivo por el cual se ha levantado un fuerte reclamo a nivel nacional de cientos de organismos preocupados por la familia:
1.- La misma naturaleza (palabra con la que los ateos llaman a Dios), esa que nos da placer, tiene reglas, no es caótica; y cuando se transgrede, se sufre como se goza y hasta la vida se pone en peligro; y la SEP violenta esa naturaleza sexual en sus libros de biología.
2.- La SEP violó la ley al no respetar el acuerdo secretarial 236, sustentado en la Ley General de Educación, donde, entre otras cosas, esta obligada a que los libros de texto sean objeto de revisión en sus contenidos; lo cual no realizó y mucho menos consensuó con los padres de familia.
3.- La SEP violó la Constitución, ya que: rebasó los límites permitidos a la libertad de expresión (art. 7º), donde “la libertad de imprenta tiene como límites el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública”; violó el art. 3º, ya que no consideró “la opinión de los diversos sectores sociales involucrados en la educación”, ni procuró en sus libros el “aprecio por la dignidad de la persona y la integridad de la familia”; e incumplió con el art. 4º, pues viola el derecho de los padres a educar a sus hijos.
4.- La SEP, lejos de limitarse a los aspectos biológicos de la sexualidad, estables normas de conducta sexual contrarias, ya no solo a la moral, sino a la naturaleza misma del ser humano.
5.- Autoriza a los niños y niñas de 12 años a desafiar a sus padres; pues les advierte que tienen derecho “a iniciar su actividad sexual” cuando ellos quieran y de la forma que ellos quieran, pero que “no les cause daño” (¿?). Así, en la cúspide del absurdo, estos niños no pueden comparar cigarros, ni cerveza, pero con el permiso de la SEP podrán organizar orgías.
6.- Les enseña la práctica del sexo anal (sodomía), cuando la ciencia ha dejado claro que el recto no es apto para el pene; ya que la penetración produce desgarramientos del conducto anal, generando hemorragias y la entrada del espermatozoide en la mucosa rectal y de ahí al sistema circulatorio. Esto favorece enormemente la transmisión del SIDA y otras infecciones virales.
7.- Les dice que las relaciones homosexuales son naturales, cuando esta demostrado que estas son un trastorno de la conducta, que lastima seriamente a quienes la viven. En Europa, los homosexuales representan el 4% de los hombres, pero constituyen el 85% de los enfermos de SIDA. La persona homosexual no nace, se hace; por lo que puede regresar a tener una vida normal; y con esta “educación” se la están negando.
8.- Los polémicos libros enseñan que los niños/as “tienen derecho a que se respete su ORIENTACIÓN SEXUAL”, la cual es definida por la ONU como: “el tener como opción del placer sexual el ser: homosexual, bisexual, transexual, fetichista, sadomasoquista, exhibicionista, vouyerista, travestí o pedófilo”
9.- En un acto de extrema intolerancia, la SEP intencionalmente omite hablar sobre la castidad/virginidad y la abstinencia; como si el ser humano fuera un perrito callejero, carente de voluntad, a quien le atacan las ganas de tener sexo y ¡zaz!: o se acuesta con alguien o se masturba.
Uganda, con su campaña “ABC” (por sus siglas en ingles): Abstinencia-Fidelidad-Condón, en ese orden, es la única nación cuyo índice de SIDA ha disminuido; y esto en un 75%, de 1991 a la fecha.
10.- Además, la SEP hace una exaltación tal de la masturbación, que ya solo me queda la duda de si va o no a instalar “sex shops” en las secundarias.
11.- La SEP promueve la promiscuidad al desvincular la actividad sexual del amor, el matrimonio y la familia; y promover las relaciones “free”, el sexo sin compromisos. Esta promiscuidad es precisamente la causante de tantos embarazos no deseados.
12.- Alienta el libertinaje, pero aconseja tomar precauciones; y maneja el condón como principal opción. Sin embargo, no advierte del alto nivel de error del preservativo, que según la ONU alcanza un 12% en el caso de embarazos y en otros estudios, hasta el 29% de falla en la prevención del SIDA.
Y podríamos seguir; pero esto basta para dejar claras las razones del rechazo de los padres a estos libros promotores de una “conducta sexual desordenada”; lo cual hace evidente y urgente se legislen, a nivel constitucional, mecanismos de protección y apoyo a la familia.
Contrapuntos / El Norte
13 de agosto de 2006