Ayer 17 de mayo se celebró el “Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia”.
No hay duda de que las personas no heterosexuales (homosexuales, gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales, intergénero, transgénero, etc., etc.) han sufrido un trato discriminatorio desde los inicios de la historia de la humanidad y en todas las culturas del mundo.
Lo mismo ha ocurrido con los pobres, los indígenas, los negros, las mujeres, etc.; sea o no esta condición inherente a su naturaleza humana.
Pero dentro de quienes se sienten sexualmente atraídas por personas de su mismo sexo, las que sufren una discriminación más grave son aquellas que no están conformes con esta atracción y la rechazan; buscando entender lo que les pasa para tratar de retomar su heterosexualidad.
Cuando en 1973 la Asociación Psiquiátrica Americana -APA- votó (si, leyó bien, votó…) para decidir si la homosexualidad debía seguir siendo un trastorno mental o no; no solo tiró por la borda su prestigio (no hubo estudio científico de por medio para validar la toma de esta decisión); sino que además condenó injustamente a las personas con atracción no deseada al mismo sexo, para que les fueran restringidas las opciones de ayuda.
La revista TIME describe este evento con gran contundencia: “En aquel momento, todas las personas consideradas sexualmente patológicas, fueron súbitamente curadas”.
Pero estas “curaciones súbitas” han sido sólo el inicio de una campaña fuertemente discriminatoria contra quienes desean cambiar y dejar la homosexualidad; continuando con el invento de la palabra “homofobia” para descalificar a quienes no estamos de acuerdo con la promoción de la homosexualidad como estilo de vida para nuestros hijos.
Si bien estamos de acuerdo en que nadie tiene derecho meterse en la recamara de nadie; también es cierto que nadie tiene derecho a sacar su vida sexual a la calle y querer imponerla a los demás.
Pero además, no existe en la ciencia médica dicha fobia (RAE: “temor irracional compulsivo”; en este tema, a la homosexualidad); aunque la misma RAE describe la homofobia como la “aversión obsesiva hacia las personas homosexuales”.
Interesante descripción de quienes no coincidimos con la práctica sexual antinatura de la homosexualidad, pues somos catalogados como personas con perturbaciones mentales… ¿no nos estarán discriminando, ofendiendo…?
Contrastante diferencia cuando la RAE define la xenofobia: “odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros” ¿Por qué aquí no hay irracionalidad, ni obsesión…?
La APA ha llegado al extremo de afirmar que las terapias reparativas podrían inducir a la depresión y al suicidio; pero… ¿no son estas también consecuencias propias de la práctica homosexual?
Afortunadamente, el 42 por ciento de los psiquiatras que votaron en contra de esta medida siguieron trabajando para ayudar a las personas que no se sienten bien con su atracción hacia las personas de su mismo sexo y… para apoyar a los padres que desean ayudar a sus hijos a retomar su heterosexualidad.
Hay múltiples nombres de instituciones y especialistas que han dado grandes pasos en esta ayuda para comprender y sanar la homosexualidad, tales como:
La NARTH (http://narth.com/) The National Association for Research and Therapy of Homosexuality; o el psicoterapeuta Richard A. Cohen (ex-homosexual), autor de libros como “Comprendiendo y sanando la homosexualidad”, “Hijos gays, Padres heterosexuales: un Plan para la Sanación Familiar” y el ultimo, “Abriendo las puertas del closet”.
También están el Dr. Joseph Nicolosi (http://josephnicolosi.com/), autor de: “Guía para padres sobre cómo prevenir la homosexualidad” y “Vergüenza y pérdida de apego: el trabajo práctico de la terapia reparativa”; o Charlene E. Cothran, editora de la Revista Venus en español, quien ofrece: “Diez Maneras de Salir de la Vida Gay, si es que quieres”
(http://venusmagazine.org/Espanol.html)
Un último ejemplo por el momento es la organización irlandesa “Coach4Life” donde participa Hilde Wiemann (../../../../AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary Internet Files/Content.Outlook/85XF2N39/ Hilde Wieman http://www.coach4life.ie/); cuyas técnicas comprobadas pueden transformar la vida y relaciones de las personas.
Pero lo mejor de todo es que el próximo 31 de mayo estará Hilde Wiemann y la gente de “Couch4life” en la Ciudad de México impartiendo uno de estos valiosísimos talleres; y del 20 al 22 de septiembre vendrá a Richard A. Cohen también a dicha ciudad a impartir sus cursos y conferencias.
Los padres de familia y demás personas interesadas en participar en dichos eventos, pueden solicitar mayor información en esta dirección andreina61@gmail.com o con un servidor.
Hay esperanza…
Juan M. Dabdoub Giacoman
Consejo Mexicano de la Familia, A.B.P.
Este artículo fue publicado por el periódico El Norte de Monterrey, N.L. del Grupo Reforma el sábado 18 de mayo de 2013
